Dyer


Wayne Walter Dyer (10 de agosto de 1940 - 29 de agosto de 2015) es un referente en mi vida. Psicólogo de profesión y maestro espiritual por destino su legado seguirá vivo en el corazón de miles de personas, entre las que me incluyo.


La historia vital de Wayne Dyer es una historia de superación y evolución. Su padre abandonó a la familia y hasta los diez años vivió en orfanatos, experiencia que como él mismo afirmaba marcó su vida. Quizás, este fue el motivo que llevó a Dyer a doctorarse en psicología y ser psicoterapeuta, además de profesor universitario y escritor. Leer a Dyer, escuchar a Dyer, es siempre un placer para el alma que invito a experimentar.

Inspirado en la psicología transpersonal de Abraham Maslow, mostró esa influencia en sus primeros libros con su creencia en las posibilidades de desarrollo de la persona más allá de "la persona", para llegar a desarrollar todas nuestras potencialidades como seres humanos. A medida que él iba desarrollando las suyas, escribió una extensa obra siempre desde una perspectiva espiritual.

Su cambio personal lo relata en su libro "El Cambio", mi favorito, con estas palabras:

"Mis primeros libros se centraban casi exclusivamente en herramientas psicológicas para ayudar a los lectores a emplear el sentido común de forma eficaz para abordar los problemas; durante los primeros quince años de mi trayectoria como autor, aproximadamente, no aparecen referencias espirituales. Hoy, mis valores y mis textos reflejan ese cambio que tuvo lugar en mi vida y en mi carrera de escritor".

"A lo largo de los años, yo he descubierto que todo avance espiritual que he hecho ha venido precedido por algún tipo de caída. De hecho, esos momentos bajos nos proporcionan la energía necesaria para hacer un cambio en una dirección que se desvía de una vida impulsada por el ego, hacia una llena de sentido. Toda caída alberga en su interior el potencial para desplazarnos a un lugar más alto. Quizá necesitemos sumergirnos en la noche oscura del alma para liberarnos de la garra de un ego bien asentado. De hecho, ahora vivo cualquier gran desafío como una oportunidad para crecer hasta un nivel espiritual más alto, donde la gratitud reemplaza poco a poco al rencor. Esta ha sido mi experiencia cuando recuerdo el pasado y cómo realicé un cambio de dirección y cambié". 

Dyer solía decir: "No creo que Jesús enseñara Cristianismo, Jesús enseñaba bondad, amor, compasión y paz. Lo que digo a la gente es: no seas cristiano, sé como Cristo. No seas budista, sé como Buda"

Él lo logró. Ni cristiano ni budista, se dedicó a aprender y enseñar bondad, amor, compasión y paz. Seamos como Dyer. Gracias maestro.

Aurora Blanco