Si hay algo cierto es que los orientales nos llevan siglos de evolución espiritual. La filosofía oriental tiene claramente otra forma de ver la vida que va desde la simpleza de los pensamientos, hasta la naturalidad en la forma de vivir. Hemos de aprender mucho de Oriente y su milenaria filosofía de vida.
Podemos empezar por aprender estas cuatro reglas de la filosofía espiritual oriental:
"La persona que llega es la persona correcta"
Nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están ahí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido"
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el "si hubiera hecho tal cosa... hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas es para nuestra evolución. Por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante, y avanzar, enriquecidos con esa experiencia.
Aurora Blanco