Crear felicidad


Hay personas que buscan la felicidad y otras la crean, porque no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita. Para ser feliz se necesita muy poco. Cuanto más sencilla sea nuestra forma de vivir, más cerca esteremos de alcanzar la felicidad. Ahora bien, cada uno es libre de complicarse la vida tanto como desee, que para algo es suya.



Estamos educados para creer que ser feliz es tener. Creencia que nos hace buscar, desear y necesitar lo que no tenemos porque eso es lo que nos falta para ser feliz. Y es este pensamiento, instalado y acrecentado en la mente, el verdadero causante de la infelicidad porque nos hace complicarnos demasiado la vida.

Según pensamos así vivimos. Por ejemplo, pensar "necesito comprar ropa de nueva temporada", cuando se tienen dos armarios llenos de prendas con las que vestirse y no hay más sitio dónde guardarla, puede suponer una complicación. Realmente esa ropa no es necesaria, pero cuando se cree que sí lo es, se comprará; aunque no haya dinero para ello; o aunque se tenga que comprar un armario nuevo para guardarla, armario que no sabremos dónde colocar. Al final, esa necesidad que creemos tener acaba convirtiéndose en un problema.

Este ejemplo es aplicable a cualquier situación o circunstancia de la vida. Sin embargo, se puede pensar de una forma diferente, mas fácil, más sencilla, más coherente, y vivir de acuerdo a ella; una forma de pensar que no aporte complicaciones, sino felicidad.

La felicidad es un estado mental de satisfacción, de gozo, en el que la persona se siente a gusto, en paz, consigo misma, con su entorno, con su vida. Una persona mentalmente insatisfecha ni valora, ni acepta, ni agradece lo que tiene; y busca, desea y necesita lo que no tiene porque cree que eso es lo que le falta para sentirse a gusto, para ser feliz. Y esto es una gran equivocación, porque valorar, aceptar y agradecer son principios inherentes a la felicidad.

Si no se aprende a valorar y a aceptar lo que se tiene como lo mejor que se puede tener, si no se aprende a sentir gratitud por ello, nunca se conseguirá ser feliz; porque los logros alcanzados no serán ni completos ni suficientes; porque se continuará sintiendo insatisfacción; y porque se volverá a buscar, a desear y a necesitar algo más, aunque no se sepa qué, con la consiguiente dosis de frustración que ello conlleve.

Crear felicidad es cerrar los ojos y no necesitar nada más; es dejar de buscar; es dejar de desear; es dar sentido a nuestra vida con eso que ya tenemos que nos mueve y nos alimenta el corazón, y que no cambiaríamos ni por todo el oro del mundo.
Aurora Blanco